Richard Tarnas: Astrólogo. Profesor de filosofía y psicología en California. Formado en Harvard y doctorado en el Instituto Saybrook

Hay una íntima conexión entre las cosas de los hombres y los planetas

Los planetas estaban alineados de la misma manera el día en que Jimi Hendrix arrasó ante las multitudes con su forma heterodoxa de tocar la guitarra y el día en que Viena se rindió a los pies de Beethoven por la hondura de sus conciertos de piano.

Lo explica Richard Tarnas, profesor de filosofía y psicología en California, formado en Harvard y doctorado en el Instituto Saybrook. Seguramente, un tipo poco habitual en el mundo académico.

En «Cosmos y psique» lo que Tarnas defiende es que todo está relacionado y que hay una íntima conexión entre lo microscópico y lo macroscópico, entre las cosas de las criaturas humanas y la marcha de los planetas, e insiste en señalar la extrema complejidad del mundo y la pluralidad de perspectivas desde donde puede ser analizado. El libro acaba de aparecer en Atalanta, la editorial que Jacobo Siruela puso en marcha tras dejar el sello que lleva su nombre. Como ya hizo entonces, ha abierto su desafío a propuestas poco convencionales, y en las que la razón conecta con otro tipo de saberes.

Tarnas considera que corren tiempos en los que reina una profunda insatisfacción y en los que los hombres no encuentran una manera coherente de explicarse las grandes cuestiones. «El reinado de la razón ha sido avasallador, y fueron tantos los logros tecnológicos que propició que parecía que se imponía un progreso irreversible», explica. «Luego vinieron los excesos y hoy parece claro que se ha ido demasiado lejos. Ahí están las crisis ecológicas y la amenaza cada vez más real de que la tierra tiene los días contados».

Años setenta, California: la contracultura cuestiona los valores sagrados y los jóvenes se abren a nuevas experiencias. Tarnas vivió aquellos días y confiesa que sólo ha podido embarcarse en este proyecto por enseñar en esa zona, donde hay menos prejuicios académicos. «La propia filosofía, la literatura y la física cuántica ya revelaron que el edificio de la razón tenía grietas. Después de Freud, Jung descubrió la riqueza de los arquetipos para explicar algunos conflictos psicológicos. Ahí había un camino por recorrer». Y en ese camino descubrió la astrología.

«El primer sorprendido fui yo», dice, «cuando empecé a comprobar que había muchos paralelismos entre las cartas astrales de las grandes figuras y que había relación entre la posición de los planetas y el momento en que, por ejemplo, Galileo, Darwin o Einstein realizaron sus descubrimientos más revolucionarios».

En Cosmos y psique, Tarnas propone un recorrido atípico por la historia, por las obras de los grandes maestros, por las crisis y las guerras y por los momentos de esplendor. La llave maestra que lo guía es la astrología y constata que «hay una íntima conexión entre las cosas de los hombres y los planetas». No habla nunca de una relación causal, no pretende establecer que un mundo determina lo que pasa en el otro. «Sólo propongo una manera distinta de ver las cosas que nos permita reconciliarnos con la naturaleza».

Por José Andrés Rojo – Madrid – 19/03/2008

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